El siglo XXI corresponde a una era en constante cambio, particularmente México en materia educativa ha evolucionado, tal vez no con la rapidez y eficacia que la sociedad contemporánea demanda, pero los esfuerzos por afrontar los retos actuales no dejan de rendir resultados positivos. Para encarar la problemática en el sector educativo, el país debe tomar en cuenta recomendaciones que organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dan a conocer mediante las conferencias regionales y mundiales
La misión de la UNESCO consiste en contribuir a la consolidación
de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo
intercultural mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación
y la información. (UNESCO, 2009, p. 3)
En cuanto a esta misión, la agencia a través de la
Conferencia Regional de La Habana en 1996
reiteró que “La educación general, y la superior, son instrumentos
esenciales para enfrentar exitosamente los desafíos del mundo moderno” (UNESCO, citado por Tünnermann, 2010, p. 6).
A este respecto la recomendación desde 1979 fue que los países inviertan en el
sector educativo, al menos entre el 7 y el 8% del Producto Interno Bruto, sin
embargo en México no se alcanza ese porcentaje.
De acuerdo a Expansión
(2015) México invierte el 5.2 del PIB en educación. Esto indica que no se toma
en cuenta la recomendación de la UNESCO en nuestro país.
Respecto a la igualdad de
acceso, los logros son calificados como parciales, dadas las bajas tasas de
escolaridad que aún prevalecen en la educación superior, los esfuerzos son insuficientes
en cuanto a la elevación de la matrícula de jóvenes de origen indígena mediante
el apoyo de los sistemas de becas
Por
otra parte una recomendación más, ha sido sobre el financiamiento, dado que es
deber ineludible del gobierno financiar la educación superior pública.
Se
recomendó además que las instituciones de educación superior deberían adoptar
estructuras organizativas y estrategias educativas que les confieran un alto
grado de agilidad y flexibilidad. También, y no menos importante es lo
referente a la revalorización de la pedagogía universitaria y la renovación de
los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Sin duda las recomendaciones
de la UNESCO han estado puestas sobre la mesa, sin embargo, la antesala de sus
aplicaciones se remiten al factor económico dado que México no toma en cuenta
la recomendación de destinar el porcentaje sugerido del PIB al sector
educativo, lo cual deriva en menores proyectos educativos, becas, cobertura,
acceso y permanencia de los estudiantes de nivel superior.
La intención es positiva,
sin embargo al no dar el salto necesario que exige un sector tan lastimado como
lo es el educativo en materia económica y financiera, difícilmente se
conseguirán los cambios necesarios para enfrentar los retos de la sociedad actual.
Referencias Bibliográficas
Expansión (24 de
noviembre de 2015). México, el más tacaño de la OCDE en materia educativa.
Disponible en: http://expansion.mx/economia/2015/11/24/mexico-reprueba-en-inversion-educativa-ante-la-ocde
Tünnerman, C. (2010).
Las conferencias regionales y mundiales sobre educación superior de la UNESCO y
su l impacto en la educación superior de América Latina. Perfiles Educativos.
vol. LX, núm. 87, 1-19, México. Disponible en: http://www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=37318570005
UNESCO (2009). ¿Qué es la UNESCO? 660-682. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001473/147330s.pdf
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