Foto por: Víctor H. Masson G |
A muchos nos ha pasado en algún momento de nuestras vidas, que todo nos sale mal, que pareciera que el universo se alineara para conspirar en contra nuestra, hace unos días tuve la oportunidad de ver a un indigente en el parque de Cd. Cardel, quien quitado de la pena se puso a cantar con tanta emoción, y me hizo reflexionar, todos tenemos problemas, pero nuestra situación solo se puede medir en comparación con la de alguien mas, quien esto escribe y quienes tienen oportunidad de leerlo, seguro tienen casa y por lo menos un dispositivo electrónico donde leer esto, el indigente no, carece de casa, familia, amigos, comida, incluso ropa, las necesidades básicas para sobrevivir (comida, vivienda, ropa) se las pasa por el arco del... bueno...
Aun así con todas las situaciones adversas en su contra, hay personas aun mucho peores, mutilados, enfermos, o que viven en un país en constante guerra, entonces, por qué tendemos a quejarnos tanto y creemos que el mundo se nos va a acabar si nos deja la novia, si no guisaron lo que quería, si se fue la luz momentáneamente, si nos suben un peso o dos los servicios básicos.
Recuerden que ni "pero" ponemos cuando nos suben 5 pesos a la coca cola, al alcohol o al tabaco.
Vivamos felices con lo que tenemos, esto no significa ser conformista, pero si valorar lo que tenemos, tenemos casa, comida, trabajo, familia, amigos, y existen personas que nada tienen de eso, algunos tienen la "fortuna" de tener alguna discapacidad mental que no los hace ver su cruda realidad; imaginemos por un momento que no tenemos a donde llegar, que no tenemos familia, ni amigos, ni dinero para comprar comida, ni quien se nos acerque a regalarnos un vaso con agua. Seria terrible ¿no?
"Leer para saber, saber para ser y ser para servir"
Alberto G. L.
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